domingo, 16 de marzo de 2008

Dejame

Déjame beber de tus ojos
el amargo licor que te causa las penas,
deja que mi sangre siga
corriendo por tus venas.

Déjame entrar en tu vida,
y ser en invierno,
el calor que te abriga,
déjame amarte…
dulce,
intenso,
tierno.

Déjame ser las estrellas del cielo,
para poder arroparte en los meses de enero,
que en cada una de ellas
te escondo un te quiero,
y que el día que se apaguen
morirá lo que siento.

No dejes, mi vida,
nunca de mirarlas,
mantenlas vivas,
¡no intentes robarlas!

No sufras si un día,
no salen con la luna,
sonríe, tu brillas
mucho más que ninguna.

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