Te escribo de madrugada,
mientras todo duerme,
la ciudad se apaga.
Lejos el sol se pierde,
pero volverá mañana,
volveras a ver el alba.
Te escribo desde mi cama,
soñando tenerte,
y el sueño se acaba.
Con la luz que cruza mi ventana,
iluminando y calentando,
el hueco que tu ocupabas.
Te escribo con el alma,
cuna de mis palabras,
capaz de amarte hasta la muerte
y que el calor de mi mirada,
arda en tu pecho para siempre.
mientras todo duerme,
la ciudad se apaga.
Lejos el sol se pierde,
pero volverá mañana,
volveras a ver el alba.
Te escribo desde mi cama,
soñando tenerte,
y el sueño se acaba.
Con la luz que cruza mi ventana,
iluminando y calentando,
el hueco que tu ocupabas.
Te escribo con el alma,
cuna de mis palabras,
capaz de amarte hasta la muerte
y que el calor de mi mirada,
arda en tu pecho para siempre.
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